
1.- Reflexión pedagógica del capítulo
Este capítulo se centra en la normativa que regula la función directiva, el desarrollo profesional y los contratos de trabajo del personal educativo. Desde una perspectiva pedagógica, este capítulo es clave porque establece la importancia del liderazgo educativo en la mejora del sistema escolar. Los equipos directivos no solo administran los establecimientos, sino que también son responsables de fomentar el desarrollo profesional de los docentes y promover un ambiente propicio para el aprendizaje. La formación y evaluación docente, así como la gestión del talento humano, son aspectos fundamentales para garantizar una enseñanza de calidad y alineada con las políticas educativas nacionales.
Además, este capítulo subraya el impacto de la Ley 20.903, que en 2016 creó el Sistema de Desarrollo Profesional Docente, lo que modificó las funciones del cargo directivo. Ahora, los directores tienen la facultad de proponer planes de formación, fomentar la innovación pedagógica y orientar el trabajo colaborativo entre docentes. Esto refleja un cambio en el enfoque de la gestión escolar, priorizando no solo la administración, sino también el desarrollo integral de los equipos educativos y la mejora de las prácticas docentes.
2.- Aspectos más relevantes
Los puntos clave del capítulo incluyen:
- Funciones y atribuciones de los directivos escolares: Define el rol de los directores y equipos directivos en la gestión y liderazgo educativo.
- Desarrollo profesional docente: Regulación del perfeccionamiento y formación continua del personal docente y asistentes de la educación.
- Evaluación docente: Normas que rigen la evaluación del desempeño en el sector municipal.
- Normativa sobre contratos de directores: Diferencias entre los contratos en establecimientos municipales, SLEP y particulares.
- Normativa sobre contratos de trabajo de docentes: Regulación de los contratos tanto en el sector municipal como en el privado.
- Fortalecimiento del liderazgo escolar: El marco normativo busca potenciar el liderazgo directivo como una herramienta clave en la mejora de la educación.
3.- Orientaciones a partir del capítulo
Para directivos y docentes:
- Implementar estrategias de liderazgo que fomenten la mejora continua y el desarrollo profesional del equipo docente.
- Utilizar los mecanismos de evaluación y formación docente para garantizar una enseñanza de calidad.
- Asegurar el cumplimiento de la normativa laboral para la contratación y gestión del personal educativo.
Para instituciones educativas:
- Diseñar planes de formación y capacitación docente alineados con la Ley 20.903 y las necesidades del establecimiento.
- Aplicar procesos de selección y evaluación de docentes de manera justa y transparente, promoviendo la calidad educativa.
- Garantizar un ambiente laboral adecuado para el personal, con condiciones de contratación que cumplan la normativa vigente.
Para docentes y asistentes de la educación:
- Participar activamente en programas de formación y capacitación para mejorar su desempeño profesional.
- Conocer sus derechos y deberes en relación con la normativa laboral y de evaluación docente.
- Colaborar con los equipos directivos para fortalecer el liderazgo y la innovación pedagógica en el aula.
El Capítulo 3 es fundamental porque regula la función de los equipos directivos, asegurando que la gestión escolar no se limite solo a la administración, sino que también incluya el desarrollo profesional de los docentes y asistentes de la educación. Al establecer normativas claras sobre liderazgo, contratación y evaluación del desempeño, este capítulo garantiza que los directores no solo gestionen recursos, sino que impulsen la calidad educativa a través de la formación continua y la mejora de las prácticas pedagógicas. La Ley 20.903 refuerza esta visión al dar a los directivos la responsabilidad de promover la innovación, la colaboración docente y la mejora sistemática de la enseñanza.
Además, este capítulo establece las condiciones laborales del personal educativo, lo que es clave para evitar precarización y asegurar estabilidad en el sistema escolar. La claridad en las normativas de contratación y evaluación permite que los docentes tengan acceso a oportunidades de desarrollo profesional, mejorando así su desempeño en el aula y la experiencia de aprendizaje de los estudiantes. En definitiva, este capítulo contribuye a fortalecer la educación al colocar el liderazgo y la gestión del talento humano en el centro del mejoramiento continuo.